Wednesday, September 15, 2010

Un trozo de Nada

Trozo

"La habitación con la luz del día había perdido su horror, pero no su desarreglo espantoso, su absoluto abandono. Los retratos de los abuelos colgaban torcidos y sin marco de una pared empapelada de oscuro con manchas de humedad, y un rayo de sol subía hasta ellos.
Me complací en pensar en que los dos estaban muertos hacía años. Me complací en pensar que nada tenía que ver la joven del velo de tul con la pequeña momia irreconocible que me había abierto la puerta. La verdad era, sin embargo, que ella vivía, aunque fuera lamentable, entre la cargazón de trastos inútiles que con el tiempo se habían ido acumulando en su casa.
Tres años hacía que, al morir el abuelo, la familia había decidido quedarse sólo con la mitad del piso. Las viejas chucherías y los muebles sobrantes fueron una verdadera avalancha, que los trabajadores encargados de tapiar la puerta de comunicación amontonaron sin método unos sobre otros. Y ya se quedó la casa en el desorden provisional que ellos dejaron.
Vi, sobre el sillón al que yo me había subido la noche antes, un gato despeluzado que lamía sus patas al sol. El bicho parecía ruinoso, como todo lo que le rodeaba. Me miró con sus grandes ojos al parecer dotados de individualidad propia; algo así como si fueran unos lentes verdes y brillantes colocados sobre el hociquillo y sobre los bigotes canosos. Él enarcó el lomo y se le marcó el espinazo en su flaquísimo cuerpo. No pude menos de pensar que tenía un singular aire de familia con los demás personajes de la casa; como ellos, presentaba un aspecto excéntrico y resultaba espiritualizado, como consumido por ayunos largos, por la falta de luz y quizá por las cavilaciones. Le sonreí y empecé a vestirme.
Al abrir la puerta de mi cuarto me encontré en el sombrío y cargado recibidor hacia el que convergían casi todas las habitaciones de la casa. Enfrente aparecía el comedor, con un balcón abierto al sol. Tropecé, en mi camino hacia allí, con un hueso, pelado seguramente por el perro. No había nadie en aquella habitación, a excepción de un loro que rumiaba cosas suyas, casi riendo. Yo siempre creí que aquel animal estaba loco. En los momentos menos oportunos chillaba de un modo espeluznante. Había una mesa grande con un azucarero vacío abandonado encima. Sobre una silla, un muñeco de goma desteñido.
Yo tenía hambre, pero no había nada comestible que no estuviera pintado en los abundantes bodegones que llenaban las paredes, y los estaba mirando, cuando me llamó la tía Angustias."

El Asunto

La protagonista, Andrea, explica desde su punto de vista la habitación, el abandono y el horror que ésta le producía. Pero lo que ella describió sobre éste lugar en particular era una cualidad de toda la casa, era como que ha nadie ya le importaba lo que tenía o no la casa en general. El abandono era tan fuerte que ninguno de los miembros de la familia se habían preocupado en quitar los tapices de la pared ya manchados, o mover los muebles que ya no necesitan en éste lugar despues de la muerte del abuelo. En ésta habitación temerosa la acompañaba un gato despeluzado que lo único que le recordaba a ella era el resto de las personas que habitaban ésta casa, pero no le dio mucha importancia su presencia y continúo vistiendose porque fuera lo que fuera ya ella estaba en éste lugar y son su familia aunque tuvieran los defectos que sea. Una vez que terminó de vestrse decidió salir a conocer mas a fondo la casa par darse de cuenta que todo en la casa era exactamente igual que la habitación en donde ella había dormido, depreciba, desordenada y llena de muebles por todos lados. Tenía hambre y cuando llegó a la cocina se dio cuenta que no había nada de comer solo dibujos en las paredes y ahí fue que entonces su tía Angustias la llamó.

Apartados

Apartado 1: La descripción de una de las habitaciones. (1-20)
Apartado 2: La descripción del gato pero asemejandolo al resto de la familia.(21-34)
Apartado 3: La decripción del resto de la casa. (35-50)

Apartado A

"La habitación con la luz del día había perdido su horror, pero no su desarreglo espantoso, su absoluto abandono. Los retratos de los abuelos colgaban torcidos y sin marco de una pared empapelada de oscuro con manchas de humedad, y un rayo de sol subía hasta ellos.
Me complací en pensar en que los dos estaban muertos hacía años. Me complací en pensar que nada tenía que ver la joven del velo de tul con la pequeña momia irreconocible que me había abierto la puerta. La verdad era, sin embargo, que ella vivía, aunque fuera lamentable, entre la cargazón de trastos inútiles que con el tiempo se habían ido acumulando en su casa.
Tres años hacía que, al morir el abuelo, la familia había decidido quedarse sólo con la mitad del piso. Las viejas chucherías y los muebles sobrantes fueron una verdadera avalancha, que los trabajadores encargados de tapiar la puerta de comunicación amontonaron sin método unos sobre otros. Y ya se quedó la casa en el desorden provisional que ellos dejaron."

En éstos 3 párrafos la protagonista nos explica con detalle como es la habitación en donde ella le tocó dormir. Nos da a entender que una vez que amaneció ya la habitación no ea tan horrorosa como la noche anterior.
Andrea también nos habla de unos retratos en la pared de sus abuelos que lo único que la complacía eran que ya estaban tan viejos que su abuelo ya estaba muerto pero lo malo era que nadie en lacasa había querido continuar con su vida, lo que parecía era como que todo se había detenido con la muerte del abuelo.

Apartado B

"Vi, sobre el sillón al que yo me había subido la noche antes, un gato despeluzado que lamía sus patas al sol. El bicho parecía ruinoso, como todo lo que le rodeaba. Me miró con sus grandes ojos al parecer dotados de individualidad propia; algo así como si fueran unos lentes verdes y brillantes colocados sobre el hociquillo y sobre los bigotes canosos. Él enarcó el lomo y se le marcó el espinazo en su flaquísimo cuerpo. No pude menos de pensar que tenía un singular aire de familia con los demás personajes de la casa; como ellos, presentaba un aspecto excéntrico y resultaba espiritualizado, como consumido por ayunos largos, por la falta de luz y quizá por las cavilaciones. Le sonreí y empecé a vestirme."

En éste párrafo la protagonista nos da una explicación de como era el gato que estaba con ella en la habitación pero lo semejaba a las personas que vivían en la casa. Toods eran tran deprimentes como el gato, pero era una situación en la cual ella tenía que vivir y soportar porque esas personas eran parte de su familia y ella no tenía a mas nadie en Barcelona. Pero a pesar de como el gato lucia ya no le daba miedo como la noche anterior, ya todo al parecer se veía mejor para Andrea.

Apartado C.

"Al abrir la puerta de mi cuarto me encontré en el sombrío y cargado recibidor hacia el que convergían casi todas las habitaciones de la casa. Enfrente aparecía el comedor, con un balcón abierto al sol. Tropecé, en mi camino hacia allí, con un hueso, pelado seguramente por el perro. No había nadie en aquella habitación, a excepción de un loro que rumiaba cosas suyas, casi riendo. Yo siempre creí que aquel animal estaba loco. En los momentos menos oportunos chillaba de un modo espeluznante. Había una mesa grande con un azucarero vacío abandonado encima. Sobre una silla, un muñeco de goma desteñido.
Yo tenía hambre, pero no había nada comestible que no estuviera pintado en los abundantes bodegones que llenaban las paredes, y los estaba mirando, cuando me llamó la tía Angustias."

En éstos párrafos Andrea nos da una descripción de la casa cuando ella decidió salir de la habitación. Una vez que Andrea salió se dio cuenta que la casa completa era igual, tenía el mismo aspecto, horroroso, descuidado y desorganizado, nada era diferente a la noche anterior. Pero siguió caminando buscando algo de comer pero se dio cuenta que en la casa no había nada de comer.

Tema

No siempre la primera impresión de algo o algien es la que cuenta, a veces al dia siguiente ésta puede cambiar aunque sea un poco, pero hay que aprender a vivir con ella.

Conclusión

En este trozo nos podemos dar cuenta de que la impresión que Andrea se había llevado de la casa la noche anterior había cambiado un poco, ya todo no era tan espantoso y se podía ver de una manera mas aceptable. Para ella ésta situación en la que se había metido podía no ser tan desagradable como pensó cuando llegó a la casa de los parientes.

1 comment:

  1. Hola Anny,
    siempre que ve que el trozo que pretende comentar es más largo que su comentario hay un problema... Usted simplemente ha repetido el asunto de forma más larga en cada parte, no ha comentado ni una sola palabra específica, ni ha hablado de contrastes o repeticiones, etc. Lea otra vez los comentarios del trozo de La esfinge maragata de sus compañeros como Sara Velázquez, Katie, Fabiano, el mío para ver cómo comentamos las PALABRAS -- eso es lo que tiene que hacer y aquí no lo hace en ningún momento.
    Dr. B-G

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